jueves, 21 de julio de 2011

Segundo paso (La primera charla en bienestar social)

Era julio de 2009 cuando nos dirigimos a la primera charla sobre adopción en bienestar social de Alicante, Íbamos nerviosos y bastante callados durante todo el trayecto pero muy ilusionados.
Sabíamos más o menos la zona donde tendría lugar la charla pero no teníamos ni idea de donde estaba. Llegamos temprano para tener tiempo de sobra, nos costó un poco, pero al final lo encontramos, nos aseguramos de donde era y nos fuimos a tomar un café. Volvimos al cabo de un rato, no había nadie y la puerta estaba cerrada, llamamos a un timbre y nos abrió una chica nos dijo que subiéramos y nos esperáramos, que no había nadie ni siquiera la persona que nos tenía que dar la charla, esperamos un buen rato, hasta que llegó dicha persona, pero seguía sin venir nadie más, yo solo hacía que decirle a Toni que era muy raro que fuéramos los únicos. La chica que debía dar la charla, salió y nos pregunto si no había más gente, le dijimos que no, que éramos los únicos, nos pidió que entráramos en la sala y esperáramos un poco por si venia alguien mas, así lo hicimos y casi una hora después de la hora prevista, empezaba la charla, al final seriamos unas treinta personas de todas las edades, creo que fuimos los únicos que no llegamos tarde.
Empezó la charla y lo primero que nos dijo la trabajadora social es que no era un buen momento para adoptar, que los tramites eran muy largos y costoso, que habían muchos países que estaban cerrados, que los niños que podíamos adoptar eran mayores de 5 años y que según los años que tuviéramos nosotros, podían ser incluso más mayores, se sumaba la edad de los dos y se sacaba la media.
Había una mujer que tendría unos 50 años, los hijos eran ya mayores, ella estaba separada, quería adoptar un hijo para darle una vida mejor y que pudiera tener más oportunidades, la trabajadora social le respondió que de entrada era demasiado mayor y que seguramente no podría adoptar, que nosotros no les hacíamos ningún favor a los niños, que eran ellos los que nos hacían un favor a nosotros, por no decir del montón de años que debíamos esperar.
Yo me sentí morir,pero está claro que ellas tienen que ser duras y tajantes, para que solo sigan adelante las personas que estén completamente seguras de querer dar ese paso, pero ¡caray! ¡Que somos personas! ¡Que las cosas se pueden decir de otra manera!
Yo Salí de allí llorando desconsoladamente totalmente destrozada, desilusionada, y con ganas de tirar la toalla, Toni estaba como yo. Y aunque él lo exteriorizaba mucho menos, eran ya demasiados palos los que llevábamos de atrás por distintos motivos, pero aun así, Toni me cogió y me dijo “no nos podemos rendir, tenemos que seguir adelante, digan lo que digan no les hagas caso, si tenemos que esperar muchos años, esperaremos, nosotros estamos dispuestos a adoptar y seguiremos adelante nos cueste lo que nos cueste, no te rindas”. Yo no quería rendirme, aunque eran demasiadas cosas y no sabía muy bien por donde tirar pero lo que sí tenía claro, es que quería adoptar ,así que después de reflexionar seguimos adelante y hoy por hoy no me he arrepiento de nuestra decisión .
Ahora, con el tiempo , las cosas se ven de otra manera, pero en aquel momento aquella charla me destrozo.

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