miércoles, 14 de diciembre de 2011

Carta de un hijo adoptado

No he podido dejar de subir esta carta porque me ha parecido el mayor acto de amor que puede tener un hijo hacia sus padres,ojala algún dia mi hij@ piense de la misma forma.

No se quien es el autor lo encontre en una pajina de internet que hablaba de varios temas y en ningun momento lo nombra, solo se ,que fue una adopcion nacional de los años 70





Me piden que hable de mi condición de hijo adoptivo. Es la primera vez que escribo sobre ello.
Releo la primera frase y siento que hay algo extraño en esa denominación. Como si la etiqueta de “adoptivo” primara sobre la de hijo y el adjetivo modificara de forma radical la relación padre-hijo. Yo siempre he llamado a mis padres “padres”, no padres adoptivos. Incluso escribirlo me resulta molesto y desagradable.

Se me podrá decir que ellos no me han dado la vida pero la gestación es un acontecimiento que dura nueve meses y poco más.

Ser padre es mucho más que una función biológica; es permitir que un niño se convierta en un adulto, es humanizar mediante la educación, la comprensión y el cariño.

Pienso en mi vida y sólo les veo a ellos. Soy consciente que no cumplieron la etapa biológica inicial pero no tiene la menor importancia puesto que lo más autentico de mí, lo más intrínsecamente humano, se ha formado gracias a las personas que me dieron todo para que eso fuera posible.

Hacia mis progenitores, a los que llamarles padres sería un exceso, no siento ningún rencor ni odio. Sólo un sincero agradecimiento y ternura. No les conozco ni tengo intención de conocerles. No tiene sentido.

La “llamada de la sangre” es algo que no me parece razonable. Tengo la impresión que ese sentimiento responde a una búsqueda de justificaciones para frustraciones que no se saben resolver. Es posible que cuando se tienen problemas con la familia adoptiva se eche mano de razonamientos del tipo de: “vosotros no sois mis padres”, “si hubiera estado con mis verdaderos padres ahora estaría mejor”. Decir esas cosas es lo más inmediato, lo más sencillo en un momento de enfado. Siempre se tiende a creer que lo ajeno es estupendo y no se piensa, ni por un instante, que hubiera podido ser peor.

Sin embargo, intentar averiguar la identidad de un padre biológico es, desde mi punto de vista, no entender lo importante de la relación padre-hijo. Es negar esa relación. Lo esencial no está en la continuidad genética, sino en el vínculo que se construye entre los padres y el hijo, independientemente de los genes de cada uno. Reducir toda la paternidad a la función procreadora es una pobre simplificación.

Mis padres me informaron pronto del hecho. Sin embargo, con ocho años yo no era muy consciente de la situación. Las dudas y las cuestiones que no se pueden responder llegaron más tarde.

La pregunta última, en mi caso, ha sido cual fue la razón por la que mis padres biológicos me dieron la vida. ¿Por amor? ¿Una violación? ¿O un simple descuido en una noche loca? No hay respuesta. Pero se puede vivir con ello y ser feliz. ¿Acaso no es más importante lo que uno tiene por delante y lo que puede llegar a ser gracias al esfuerzo personal y a la ayuda de quienes me lo han dado y me lo siguen dando todo?

No hay padres adoptivos. Sólo hay padres. De la misma forma que no hay hijos adoptivos sólo hijos. Las etiquetas que se ponen detrás son, como el DNI, un mero trámite administrativo.

4 comentarios:

  1. Cristina,¿te puedes creer que el otro día,la encontre y la leí buscando información del libro de Pilar Rahola y me dieron ganas de ponerla en el blog?es que tenemos telepatía.Un beso primor

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  2. Me encanta. Gracias por compartirla.
    Un besote

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  3. Es preciosa la carta. Sobre todo esta parte:

    No hay padres adoptivos. Sólo hay padres. De la misma forma que no hay hijos adoptivos sólo hijos. Las etiquetas que se ponen detrás son, como el DNI, un mero trámite administrativo

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  4. Me ha hecho pensar muchisimo y creo que tiene toda la razon,un hijo es un hijo y punto y nosotros somos padres y punto,hoy hablaba con una persona y me encendi porque todavia hay gente que no entiende muchisimas cosas de la adopcion y entre ellas estan "los titulos",el titulo de abuelo,el titulo de tio.el titulo de madre o padre...mi hija no tiene mi sangre y sin embargo ES MI HIJA,por que la amo con locura,la educo,le enseño lo que esta bien o mal,la cuido,me levanto y no duermo cuando esta malita,le doy millonesde besos,la abrazo,le enseño,daria mi vida por ella...y podria seguir toda la noche,yo si me considero MADRE,y me he ganado ese "titulo"no la pari pero es mi HIJA,asi los titulos tambien se ganan hay que estar ahi,mi hija tiene familia que ni la miran,jamas la han visitado,esos no tienen titulo respecto a mi hija,encanvio tiene personas que se han ganado ese "titulo" a pulso,su tita del corazon,su prima del corazon,no llevan su sangre,pero llevan todo lo demas y un corazon inmenso lleno de nora...
    siento haberme alargado tanto,pero me ha servido de terapia,hoy me han tocado lo que mas quiero y eso nooooooo se toca,
    muchos besitos cris y gracias por compartir la carta.

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