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La periodista Xinran encontró a una niña que habían abandonado en un lugar público de Zhangzhou y emitió la historia en la radio, diez días después la madre de la niña dejó un mensaje en su contestador telefónico. Un periódico inglés reproducía las palabras de esta mujer a la periodista:
“ Xinran, soy la madre de la niña. Nació sólo algunos días antes de la que la salvaras. Muchísimas gracias por llevar a mi hija al hospital. Te miraba desde la multitud con el corazón roto. Te seguí y me senté todo el día delante de tu emisora de radio. Muchas, muchas veces casi te grité “¡Esa es mi hija!”. Sé que mucha gente me odia; yo todavía me odio más a mi misma. Pero tú no sabes lo dura que es la vida de una chica de campo como hija primogénita de una familia pobre. Cuando ví sus cuerpecitos maltratados por el trabajo duro y por hombres crueles me prometí a mí misma que no permitiría que mi hija se abocara a una vida así, sin esperanza. Su padre es un buen hombre, pero no podemos ir en contra de nuestra familia y el pueblo. Debemos tener un hijo para el árbol familiar. ¡Oh!, se me acaban las monedas, sólo me quedan dos minutos. Es tan caro. No podemos leer ni escribir. Pero, si puedes, dile por favor a mi hija en el futuro que se acuerde de esto, no importa cuántas vueltas dé la vida, mi amor vivirá en su sangre y mi voz en su corazón (se oía como lloraba llegado a este punto). Por favor, pide a su nueva familia que la quiera como si fuera su propia hija. Rezaré por ellos cada día y…(aquí se cortó la comunicación y jamás volvió a llamar).”
Fuente: Artículo publicado en “The Guardian”, el 19 de septiembre de 2003, publicado por la periodista china Xinran
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ResponderEliminarBombón!!!! Se me ha puesto el vello de punta... qué duro....
ResponderEliminarMuacks!!